FUENTES:


- Conversaciones con el padre Lucho Ais y la Sra, Bettty, parroquia de Mercedes, Corrientes, Argentina.-
- Rescate discursivo de pobladores de Mercedes (Corrientes) y migrantes correntinos, chaqueños y santiagueños.-
- “Martín Fierro” (“El gaucho Martín Fierro” y “La vuelta de Martín Fierro”), de José Hernández, Editorial Sopena, Edición Anotada, Bs. As., 1969.-
- “ Martín Fierro y la Justicia Social”, de Eduardo B. Astesano, Ediciones Relevo, Bs. As., 1963.-
- “La desaparición de la Santa”, de Jorge Amado, Emecé Editores, Bs. As. 1989.-
- “El hablador”, de Mario Vargas Llosa, Editorial Seix Barral, Biblioteca Breve, Barcelona, 1987.-
- “La revolución en bicicleta”, de Mempo Giardinelli, Editorial Seix Barral, Biblioteca Brreve, Buenos Aires, 1996.-
- “La Misión” (película) , de Roland Joffé, con Robert de Niro, Jeremy Irons y Liem Nelsen.-
- “Camila” (película), de María Luisa Bemberg, con Imanol Arias y Susú Pecoraro.-
- Diario “La Capital” de Rosario, Pcia. De Santa Fe, Edición del día 9 de enero de 2009
- Diario “Clarín” de Buenos Aires, Edición del día 9 de enero de 2009.-
- Diario “Página 12” de Buenos Aires, Edición del día 9 de enero de 2009.-
- www.corrientes news.com.ar
- “El culto al Gauchito Gil”, Miafita Ediciones, 2007, compilación y redacción Oscar Carotto
- “El culto a San La Muerte”, Miafita Ediciones, 2005, compilación y redacción: Oscar Carotto.-
- www.cuco.com.ar (Diccionario de Mitos y Leyendas, integrante de la red NAyA de sitios de Antropología y Arqueología).-
- www.guiadelchaco.com.ar
- www.folkloredelnorte.com.ar
- www.raícesargentinas.com.ar
- www.folk-ar.com.ar
- www.elpatocriollo.com.ar

Capítulo 12

LA PROCESION


Diz que las gentes vienen de todas partes, de todos los lados que usté se pueda imaginar. Los unos a caballo y de gauchos, sus jinetes, enarbolando banderas rojas enormes en altas cañas de tacuaras, los otros caminando nomás, a pata, como pueden; algunos a dedo, muchos en bicicletas, muchos en colectivos rentados pa’ la ocasión, unos pocos con el auto propio… Muchos de rodillas, lastimándose en el suelo…
Diz que parece que ese día todo el rojo invadió al verde del campo pa’ lucirse, ¿vio?, con ese rojo endemoniado del color rojo punzó que colorea la infinidad de banderas, cintas, pañuelos, vinchas, mantos y demás accesorios que los devotos y promeseros traen pa’ pedir la bendición de Antonio, ¿vio?, pa’ pedir la bendición del Gaucho nuestro…
Diz que es un precioso espectáculo ver las gentes y las gentes llegando y portando cada una algo pa’l Gauchito, pa’ darle pa’ pos pedirle, ¿vio?, le traen vestidos de novia, anillos de casamiento, rosarios, estampitas, cruces, camisetas y pelotas de fútbol, muletas, sillas de ruedas…
Todos los 8 de enero el Pay Ubre tá de fiesta, che, se nos ha muerto el Gauchito, mi lo han asesinado fiero, pero todos los años, ese día, los correntinos nos juntamos pa’ festejar…Pa’ festejar la bendición de tenerlo todito el tiempo con nosotros, ¿vio?, un Antonio convertido en un angelote inmenso, más grande y azul que todo el cielo entero, tan transparente como el agua de las lágrimas que Gauna lloró al asesinarlo y al obtener su perdón, con los enormes ojos de oro del puma de la montaña, con los ojos color de la miel del gato del monte y con ese poder hipnotizador en la mirada que tan sólo Él tenía, con la faja y el pañuelo y la vincha rojas, del mismo color rojo punzó de la divisa federal, ¿se acuerda?, de ese mismo color, con unas gigantescas alas de ángel tan blancas y tan de azúcar como su propia piel de gaucho muerto….
Él siempre viene silbando un chamamecito alegre, de esos que al mismo tango lo hacen revolcarse de la envidia…Tiene las alas tan bien puestas y tá tan buen mozo siempre el Antonio…Es el angelote y el Santo más bello y más hermoso que cualquiera se pueda imaginar, más bello tá y más lindo que cuando arriaba las chinas en las payadas, más joven que nunca, más alegre y contento que lo que nunca hubiera podido ser en la Tierra…
Un angelote inmenso pleno de luz que nos lleva y que nos cuida y que nos ama más allá de todo, que nos protege y que nos sostiene en los momentos más difíciles, en los momentos en que solemos caernos y pareciera como que ya no pudiéramos levantarnos más, ¿vio?, porque así como él los guió y los protegió pa’ mostrarles la senda y pa’ que no se perdieran y no desfallecieran por el camino, que ya estaban y venían bastante maltrechos y además los acompañó pa’ que lleguen, sanos y salvos al Pay Ubre, a Gauna, el que fuera su verdugo y a López, Gutiérrez y Asuna, los que fueran sus secuaces; el Gauchito Gil es así con todos, con todos los que lo siguen, con todos los que lo adoran, no importa si alguna vez antes, cuando él hubiera estado en vida le hubieran hecho algún daño, Él siempre entendió que debía de ser generoso con todos por igual y repartir sus bendiciones y junto con ellas sus milagros pa’ toda la paisanada, de manera ecuánime y justa, que es como siempre se había movido para con sus acciones mientras estuviera vivo…
Todos los 8 de enero el Pay Ubre está de fiesta porque en la tumba del Gauchito, lo que hoy es el Santuario, nos juntamos pa’ festejar…
No tanto pa’ festejar su muerte, vea, vea y anoteló, sino más bien, pa’ festejar su resurrección ya en calidad de Santo, porque si bien el Antonio, como todos dicen, tenía algunas cualidades y dones excepcionales, fue bien notorio, como dijo él antes de morirse, que su sangre llegó a Dios y que le llegó bien, y que como era la sangre de un ajusticiado en injusta condena porque Él era inocente, pos, entonces fue ahí po que Él empezó con los verdaderos milagros que ya vienen a calificarlo más que como sanador como Santo, po, el primero jue el del hijo del Gauna, el Anselmito, que a ese sí, che, que supo salvarlo de una muerte que venía bien fulera y pos jueron los otros, los que vinieron viniendo y los que todavía siguen sucediendo, en todas partes, todo el tiempo, porque diz que ahora hay Santuarios del Gauchito por todas partes, entonces las gentes le pueden orar y pedir allí y no venir hasta el Santuario del Pay Ubre… De todos modos, todos los devotos hacen lo imposible pa’ venir aquí pa’ juntarnos pa’ recordar el día de su asesinato, ¿vio?...
Como viene tanta gente (este año, en enero de 2009 llegaron a 250.000 personas), hay muchos devotos que prefieren instalarse en las carpas y a la vera del camino unos días antes pa’ tener mejor lugar, ¿vio?, y diz que hay muchos que prefieren quedarse, también, unos días después, pa’ poder orarle mejor al Gaucho, pa’ poder agradecerle con más calma, porque el 8 de enero es, siempre, nuestra fiesta popular, la más querida y la más esperada de todas las fiestas, no sólo del Pay Ubre sino de toda la provincia de Corrientes, y, pa’ muchos, de todita la Argentina Entera…
También saben llegar gentes del Paraguay, del Brasil o del Uruguay que vienen a rezarle a nuestro Gaucho y a pedirle por sus desgracias y sus males…
Y diz que tiene efecto el Antonio, che, diz que a todos, toditos, los saca bien, bien enderezáos como quien dice, con la Vida y con la Historia y también con sus propias gentes… Que eso es importante, che, vea, vea y anoteló, el que uno sepa reconciliarse con los suyos y limpiarse de rencores y de asperezas y de envidias, porque los tuyos son los tuyos y a la final, son Tu Gente, es decir, todo lo que tenés, no importa si tenés plata, auto, casa, trabajo, antes que nada tenés Tu Gente y el que no sabe agarrarse de eso y cuidarlo, se va al carajo, es al pedo pero se va al carajo, ¿vio?, porque la Gente es lo único que lo sostiene a uno, no los bienes materiales, que esos, vio como es, o se rompen o se pierden o se pasan de moda, la Gente uno la tiene siempre, pero la gente es como las plantas, po, si uno no las riega se secan y si las riega demasiado se pudren, y ¡buéh!, ¿vio?, es así, ¡¡¡Qué le vamo a hacer…!!!
Diz que la fiesta es pa’ conmemorar la muerte del Gaucho, pa’ juntarnos a orarle y a pedirle, los milagros y las bendiciones con las que él siempre nos tiene acostumbráos…
Hay muchos de la Iglesia Católica que no tán de acuerdo pos, con que nosotros oremos al Gauchito y le atribuyamos milagros y por eso no van, pero, ¡buéh!, si así es, nosotros no inventamos, el Gauchito hace milagros y cómo, y es más, siempre se dijo, que los milagros, sobre todo en lo referente a sanaciones y curaciones que tenían que ver con salvar de la muerte a alguien, ya los venía haciendo de vivo, de cuando era gurí, vea, porque diz que parece que Él era de los que tenían el don, no sólo de aplicar el Arte de Curar, sino también el don de perdonar y de amar y que con eso, que es el más importante y más grande de todos los dones, Él podía curar el alma de cualquiera, y si le había logrado curar el alma, que se le curara el cuerpo al tipo era, vea, náa más que una cuestión de tiempo, porque entonces el paciente se salvaba, se salvaba siempre…
De todos modos, ¿vio?, hay muchos de la Iglesia Católica que sí creen en el Gauchito y en la devoción que su gente le tiene y también son devotos de Antonio, quiérase o no, y los más valientes saben mostrarlo al público… Por ejemplo el párroco de la Iglesia de Mercedes, el que sabe oficiar una misa pa’ orar y pedir la bendición por el alma de Antonio en el Santuario en donde él juera muerto y pa’ ello viene con la Cruz de Gil a cuestas, caminando, de’ la Iglesia de Mercedes trayendo la Cruz en los hombros tal cual Gauna la hubiera traído hace tantísimos años atrás, y luego, en el mausoleo que oficia de altar, bendice la Cruz frente a todos y a todas y pide por el alma del Gauchito en una misa muy larga y emotiva en donde, además, bendice los asistentes…
Diz que es un verdadero espectáculo la multitud de devotos y promeseros que van hasta la Iglesia de Mercedes y luego vienen con el curita portando la Cruz de Gil a cuestas, caminando, los ocho kilómetros que los separan del Santuario pa’ que allí, pos, en el cruce de las rutas provinciales 123 y 119, en el Mausoleo erigido pa’ tal fin, frente a la escultura gigante del Gauchito y frente a toda la multitud de promeseros, el cura bendiga en una misa muy larga toda la vida y toda la obra de Antonio y pida por su alma…
Diz que la ceremonia empieza de temprano, che, porque deben ir a buscar la Cruz de Gauna y al párroco a la Iglesia de Mercedes, y pos, cuando vuelven todos juntos, peregrinando y cantando, ya todo es una fiesta, vea, porque nosotros le rendimos culto al Gauchito con la alegría, con la alegría por su existencia, con la alegría de su bendición, y entonces, en la procesión, nunca hay naides llorando, ni rezando ni suplicando, vamos todos cantando a la ida, venimos todos cantando y bailando a la vuelta, che, escuchando chamamé como es de rigor, con algún sapukay atolondrado estallando en medio de la multitud cada tanto, como también corresponde; algunos ya hacen la peregrinación con los instrumentos que se trajeron pa’ venerar al Gauchito y de paso van tocando, y de paso, ya que tamos, también vamos bailando, dele, dele chamamé, y a veces también cumbia que esa la traen los que son más del litoral, ¿vio?, no los mesopotámicos… Por esto mesmo diz que somos paganos, ¿vio?, por venerarlo al Gauchito con festejos y alegrías y bailes y fiestas… De más tá decir que cuando el cura termina la misa, al mediodía más o menos, se produce una algarabía general entre los asistentes y pasamos a bailar y a cantar y a veces duramos varios días bailando y cantando y también, ¿por qué no decirlo?, tomando vino, cerveza, y comiendo asaditos o sino esos chori chori bien ricos que venden en los puestos… Por esto mesmo dicen las gentes “bien” que nosotros somos paganos, por esto mesmo lo dicen las autoridades de la Iglesia, ¿vio?, pos, porque se supone que pa’ venerar a un Santo, uno tiene que guardar recato, respeto y sumisión y orar en silencio y con arrepentimiento y vea, don, la verdá es que no, que nosotros no nos arrepentimos de nada, no nos arrepentimos de vivir como vivimos ni de adorar los santos que adoramos ni creemos les haiga mejor adorarlos con sufrimiento en lugar de adorarlos con alegría, ¿vio?, porque diz que los que amaban las grandes fiestas pa’ adorar a sus santos y en ellas bailaban y cantaban varios días seguidos, y de paso, se chupaban bien chupados, po, eran los guaraníes, los que diz que exterminaron con la colonización blanca que trajeron los españoles, pero se ve, po, que tan exterminados no tán, porque el santuario y el oratorio principal y los santuarios y oratorios que se crearon en todo el país, incluso endejuera del mismo, pa’ adorar y orar al Santo más popular de la Argentina, tienen siempre esta fiesta encima y este baile y este canto tan característicos no sólo de algunas etnias que nos pertenecen sino también de nuestros sectores poblacionales más humildes y más numerosos…
También debe de ser una cuestión de rispeto, ¿vio?, porque se me ocurre, ahora que toy pensando, que diz que es cierto que la mamá de Antonio era guaraní y el papá español, y bueno, po, será pa’ rendirle homenaje a la mitad india del Gauchito que nosotros lo festejamos así…. Pa’ homenajear a ña Encarna, ¡puéh! que todos dicen que era la luz del sol de buena, vea, vea y anote… Pos porque tá bien que uno nunca olvide sus raíces ni a las culturas a las cuales pertenece, las culturas que lo parieron como quien dice… Porque diz que los guaraníes enterraban a sus muertos cantando y bailando en verdadera fiesta popular con comidas típicas y mucha música y bebida, y que las ceremonias de purificación espiritual eran a través del baile y la música popular… Nunca lloramos pa’l 8 de enero… No nos arrepentimos ni maldecimos a la Historia porque haya sido así… Todo lo contrario… Agradecemos al Tata Dios por habérselo llevado al Antonio, a nuestro Gauchito, en ese momento de su vida, tan joven, tan buenmozo, tan alegre, tan soñador, pa’ convertirlo luego luego en nuestro mejor Santo, en el Santo que nos protege y nos cuida siempre, de todo y de todos también y por sobre todas las cosas de nosotros mismos que eso es lo más difícil de lograr…
Diz que es un verdadero espectáculo las filas de promeseros que van pasando arrodillados por frente al altar con las velas rojas encendidas, que le rezan al Antonio y luego dejan la vela y siguen, pa’ que pase el siguiente, ¿vio?, sino todos juntos no dentran…. Y así, che, uno tras otro, este año, pos, pasaron trescientos mil tipos, ¡quién diría!, tanta gente, che… Y ¡buéh!, diz que Él siempre fue así, que le gustaba estar siempre entre medio de las gentes, curando, haciendo justicia, prediciendo milagros…
Diz que es un espectáculo la multitud de jinetes con las tacuaras embanderadas que van y las dejan en el Santuario haciendo promesas y rezando sus oraciones…
Diz que es un espectáculo la multitud de niños y niñas que vienen a orarle al Gauchito y dejan en su altar toneladas de dibujos y retratos y objetos de regalo que pa’ ellos son preciosos: muñecas, álbumes de figuritas, autitos, pelotas, los rollers, otros juguetes que también les significan mucho… Y que ellos también llevan y dejan las velas, prometiendo y pidiendo…
Dicen las doñas que pa’ pedirle al Guachito las velas deben de prenderse con el pabilo hacia abajo, así, patas pa’ arriba, ¿ve cómo?, en la misma posición que el Antonio fuera degollado así como se degüellan a las gallinas pa’ que se desangren mejor y queden más tiernitas, al principio cuesta, ¿vio?, porque diz que se apagan, hay que hacerle varios intentos a cada una… Las velas deben de ser rojas, nunca de otro color y se deben depositar pidiéndole al Gauchito o en el algarrobo en donde el Antonio fuera degollado o en el nicho detrás de la Cruz de Gauna….Otra manera de pedir es escribir en una cinta colorada de raso el pedido y colocarla por la noche en un cruce de caminos, apoyada en la rama de un árbol, de un alambrado o en un palo clavado en la tierra (si es una caña tacuara mejor); hay que pasar la cinta entre los dedos mientras se le pide al Gauchito lo deseado por el promesante mientras se reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo… Diz que así se puede pedir al Gauchito en cualquier cruce de caminos en donde, en general, se han construido ya santuarios para los devotos… Diz que las cintas se pueden llevar en la muñeca ya bendecidas para tener salud, trabajo, amor, felicidad y bienestar material y, sobre todo, se atan a los autos o los vehículos de transporte pa’ protección contra los accidentes de tránsito… Diz que es de buen gusto de todos los viajeros que en cada cruce de caminos en donde está instalado un Santuario del Gauchito, el conductor debe tocar tres bocinazos bien fuerte y saludar y seguir su camino sin bajar la velocidad, diz que si no lo hacen es de malos augurios pos porque es posible tener algún accidente…. Pa’ bendecir las estampitas, ¿vio?, hay que apoyarlas nos segundos por sobre la Cruz de Gauna y luego luego ya están bendecidas y sirven, también, pa’ pedir y dar trabajo, amor, salud y dinero…
El Gauchito sigue siendo, pa’ la mayoría de los correntinos Curuzú Gil (curuzú quiere decir cruz en lengua guaraní), esto en referencia a la cruz que Gauna hiciera e instalara en su tumba, porque es imposible separar al Gauchito de su cruz, ambos son una sola y única cosa, como fue el alma de Gauna y la de Antonio en el momento de su muerte, y es el Santo más venerado, más adorado y más importante de nosotros, el Santo nuestro, nuestro Gauchito…
Él que volvió hecho un ángel después de muerto… Él que eligió volver con nosotros hecho un Santo… El Gauchito… Pa’ servirle, ¿vio?... De ahí viene la voz popular: “…Haceme la gauchada…”, “…Fulano o Mengano es tan gaucho…”
Diz que volvió pa’ cuidarnos… Pa’ que no nos perdiéramos en esta Vida… Pa’ darnos suerte… Pa’ protegernos y curarnos… Pa’ que no nos enfermáramos… Diz que dicen que….

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Capítulo 11

GIL 4


De que me morí, che, que parece que mi sangre no sólo llegó a Dios como yo creía que debía de sucederme sino que parece que llegó mucho más que bien…. Porque diz que la sangre de los inocentes que son ajusticiados en forma cruel e injusta llega a Dios pa’ que abreven en ella los más necesitados de piedad, de perdón y de Justicia…
Toy acá, che, en el algarrobo en donde me degollaron, como un inmenso ángel de luz pa’ ver las vidas y los destinos de mis paisanos, pa’ verles el alma adentro, ¿vio?, pa’ encauzarles los destinos si los tienen meio torcidos y pa’ darles la vida si esta se les escapa de entre los dedos como suele suceder a veces…
Es lindo che, me gusta esto…. Veo todo desde acá, todo y a todos… Y también los puedo oír…Dicen muchas boludeces a veces, pero, ¡buéh!, eso es también un poco lógico… Por la situación, ¿vio?... Aunque la gente dice boludeces siempre pero hay veces que inventan e inventan lindo e inventan a lo grande, total lo que siempre sobra es imaginación y lo que siempre falta es plata… Así que, subsanando una cosa por la otra inrisulta que yo vengo a ser ahora el santo más milagrero de todo el santoral argentino… Je, je,…. En flor de lío me metieron, Gauna, Ayala y compañía….
Pero no se la crea, ¿eh?, yo la paso bien acá arriba, la paso rejoya…
Atiendo gente todo el tiempo, que en realidad es lo único que hice siempre y es lo único que sé hacer bien… Me gusta… Me encanta… Me gusta verles el alma a mis promeseros, verselá y también desnudarselá porque muchas veces y por más que actúan de muy buena fe, me vienen a pedir pero resulta que no me la quieren terminar de mostrar… Y no importa hasta dónde me quieren mostrar ellos… Yo la veo… Yo lo sé… Yo veo su alma entera y en ella sus penas, sus envidias, sus rencores, sus pasiones, sus amores y sus odios y sus deudas… Y veo su pasado, su presente y su futuro… Y risulta que cuando tengo todo el panorama completo, ahí, ahí, es que inricién empiezo a sacar conclusiones… Y vea, vea, en realidad, diz que soy yo el que hago todo pero eso es pura mentira don, vealó, eso es un bolazo….
Inrisulta que el que hace todo es el Tata Dios, como siempre, como toda la vida ha sido…
Cuando yo tengo un panorama de la persona, un mapeo que le dicen, ahí lo consulto y le paso el parte y le digo: “A mí me parece,Che, que a este hay que…”; o, “ A mí me parece que si… entonces esto…”, y etcétera y etcétera, y entonces, es el Tata el que decide qué hacemos con tal o con cual o pa’ ‘onde le hacemos rumbiar la vida, no crea don, que no es tan fácil… Porque hay cada uno que pide cada cosa… Y encima de decir boludeces también las piden las boludeces porque parece que se creen que es cierto que uno es un Santo de verdad…
Pero vea, vea y anote, che,...Yo lo disfruto a esto… Lo disfruto como naides… Lo disfruto como siempre… Lo disfruto como nunca…
Entre otras cosas, po, porque acá arriba tengo toda la paz que nunca pude tener allá abajo, que por más que mis años fueron pocos, fueron muy densos, como quien dice, ¿vio?, por haber nacido gaucho ya de cuna, por haberme enamorado de mi Estrella que no era la mujer pa’ mí, ¿vio?, por lo que taba social y políticamente establecido, por haberme transformado pos en milico y por haberme rajado de los milicos pos, que primero lo primero, primero era el trabajo, ya de gurí curaba, mi hacían colas los paisanos pa’ venir a pedirme las sanaciones que el dotor no les sabía dar, o porque rialmente no sabía, o porque el médico siempre jue pa’ los ricos y ellos no podían pagarle, porque vea, vea; vea y anote, yo nunca cobré nada, lo mío era un don y así taba entendido por mí, por mis familiares y por mis paisanos, y el don se ejerce y se practica y se brinda, ¿vio?, como quien dice, se da, y antes que nada se da de corazón, se da con el alma, por eso el dotor no podía curar donde yo curaba, porque él no tenía esa conciencia de que casi todos los males vienen del alma, náa más que ‘el alma, y que una vez que se arregla eso, ya pos, to’ lo otro viene arreglandoselé solo al paciente, vea, más tarde o más temprano se li arregla, se lo digo yo que pa’ eso me dicen el Gauchito Gil, vea, pa’ eso…
Y bueno che, así pasó y acá tamo, como quien dice…
Todos dicen que soy Santo, pero yo todavía no me lo endecreo…
Creo que bolacean, náa más… Como antes… Como siempre… Me gusta hacer lo que hago, lo hago y lo seguiría haciendo siempre… Me gusta trabajar con Tata Dios, mano a mano, en algunos casos, ¿vio?, porque nosotros trabajamos con casos y cada uno es ciertamente un caso serio…
Pero no es tan fácil laburar con el Tata, vea, es endemoniadamente estricto el tipo, en algunos casos me pide que cumpla horario y es más, hasta quería que marcara tarjeta, vea…
Pa’ que no me atrase yo, ¿quién se cree que es?...
Como si uno no tuviera atendiendo gente todo el día y tratando de cumplir todo el tiempo que encima El se enoja si uno le endellega un poco tarde a las entrevistas…!!!
Y bueno, che, como si uno no viniera de trabajar, ¿o se cree Este que se me hizo tarde porque me endejuí de paseo?!!!... Si El sabe que toy acá todo el día, no me puedo mover de acá!...
El tema es que mi atosigan con tantas consultas todo el tiempo que a la final no tengo casi tiempo como pa’ ir a entrevistarme con El…
Tá bien que el Tata se enoje…
El además tiene que encontrarse con todos los otros Santos del Cielo que vienen haciendo, también, lo mesmo que yo, y entiendo que no tiene el tiempo necesario pa’ atendernos a todos…
Y ¡buéh!, vea, esto de la burocracia jode en todas partes, tanto en el Cielo como en la Tierra… Porque, ¡buéh!, la mayoría de la gente cree que yo los milagros los hago yo solo y, minga!, “ De acá!!!”, como decía el Negro Olmedo, los milagros los hace el Tata, como antes, como fue siempre, como tiene que ser, qué joder…!!!

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Capítulo 10

EL SANTUARIO


Diz que de que el Gauchito murió, todo el mundo va a venerarlo y a pedirle a su tumba. Diz que se corrió el bolazo por todo el Pay Ubre que la tumba taba debajo del algarrobo donde lo habían degollado y ahí, por sobre la cruz que Gauna hubiera hecho y llevado con sus propias manos y con sus propios pies, empezaron a pasar los desharrapados, unos más desgraciados que los otros, unos pidiendo Justicia, otros pidiendo Paz, otros pidiendo Perdón por acciones de las cuales después se hubieron arrepentido, otros pidiendo Protección por sus propias vidas en los caminos por los que debían de circular, otros reclamando por amores perdidos, tumultuosos e ininteligibles, otros pidiendo sanaciones a enfermedades graves e incurables o a estados de salú mucho más que deplorables, pero, en fin, todos pidiendo, pidiendo sanaciones, pidiendo Suerte, pidiendo Protección y agradeciendo y retribuyendo con algún objeto muy preciado por el promesero o por algún cambio de actitud de vida (por ejemplo, dejar de fumar, dejar de tomar, no mentir nunca más) y allí, abrazados a esa cruz y rezando y suplicando y orando y muchas veces también llorando, pasaban, pasan y pasarán todos los devotos del Gauchito, todos su gente, todos su Paz…
Y vealé, don, el problema es que esta gente, de tiempo en tiempo se transformó en cada vez más y alguna vez jueron muchos, luego luego jueron muchísimos, y poco a poco se transformaron en demasiados…
Los primeros en hacer correr la voz de lo que había sucedido jueron don Gauna y ña Encarna, los primeros, más luego luego jue algo de lo que se enteraron todos, en un principio porque todos sabían que la muerte de Antonio, de que lo detuvieron los de la milicia, era náa más que una cuestión de tiempo, que más tarde o más temprano lo iban a tener que matar, y esa muerte, como quien dice, ¡puéh!, era un secreto a voces, algo que todos sabíamos que nos iba a suceder…
Y fue ansina, po, que todos hicieron correr la pelota, en parte los milicos, que también le iban a orar, no crea, eso sí que le iban de civil porque no se animaban a irle de uniforme, ¿vio?, les daba algo así como pudor, como una vergüencita que les iba desnudando el alma, en parte los paisanos, en un principio náa más que los del Pay Ubre, más luego luego los de toda la provincia de Corrientes, pos los de Entre Ríos y Formosa y el Chaco, y pos los de todo el país, ¿vio?, que diz que el Gauchito es verdaderamente muy poderoso y el efecto de sus milagros es capaz de derrotar la potencia de cualquier otro enemigo que se le acerque, a Él o a su gente, porque Él siempre jue así, ¿vio?, el Antonio vino pa’ quedarse con nosotros después de muerto y pa’ protegernos siempre y su fama parece que se extendió, tanto por los milagros como, y, por sobre todas las cosas, por las sanaciones o el impedimento de los accidentes de tránsito, por todos los lugares por donde jueron y pasaron todos los que en algún momento de sus vidas vinieron aquí a orarle…
Es que diz que Él era así, ¿vio?, que él vivía pa’ su gente, pa’ protegerla, pa’ ampararla, pa’ refugiarla, que Él era, desde mucho antes de muerto, juraría que de que había nacido, el sostén de los pobres, de los desgraciados, de los enfermos, de los relegados, de los excluidos; y que sabía guardarlos y amarlos en el centro de su enorme corazón de gaucho pa’ que pudieran seguir andando, che, pa’ defenderlos de la injusticia, pa’ protegerlos de la pobreza, pa’ defenderlos de las inequidades socioculturales y de las disgracias a las que estuvieran sumidos por una u otra causa, no importaba, pero él era todo pa’ su gente, una enorme alma de Gauchito Argentino desparramado en el corazón del pueblo, ¿vio?, así lo conocieron en sus años de gurí y de mozo, así lo conocemos ahora, como el que nos cuidó y nos cuidará siempre, no importa qué tan pobre seamos, no importa qué tan disgraciados, importa que seamos nosotros, el pueblo entero, los desharrapados, la paisanada, rezando y orando por él siempre, por los tiempos de los tiempos…
Pero diz que el dueño de la estancia “La Estrella”, que es donde taba la tumba de Antonio, pidió a las autoridades de trasladar los restos al Cementerio de Mercedes pa’ no tener problemas, ¿vio?, porque diz que los promeseros eran muchos, eran demasiados, las cañas tacuaras con las banderas y cintas rojas también, y, por sobre todo, las velas rojas encendidas con las promesas de cada devoto también eran muchas y entonces, en la época de sequía o incluso con el viento, el hombre tenía miedo que se le incendiara la cosecha, y como todos los devotos iban a la tumba, él pensó que si trasladaban los restos al cementerio los promeseros irían allí a encender las velas y colocar las cintas y las banderas y no en su propia estancia…
Lo que no tuvo en cuenta don Speroni que así se llamaba el hombre, es que a consecuencia de esto y luego luego de que los restos de Antonio y la Cruz jueron llevados al Cementerio local, hubo un mal raro y desconocido del que fue presa durante un tiempo, un mal tan extraño que del cual ninguno de los médicos que lo atendió pudo dar razones, y del cual presurosamente lo desahuciaron ya que dicho mal degeneró en locura, en una locura mucho más extraña aún y que parecía aproximarlo mucho más a la muerte que a la vida misma, y jue entonces, cuando en un rapto de lucidez de los pocos que podían quedarle por lo que le quedaba de vida, que don Speroni se encomendó en el alma y la vida al Gauchito y le prometió que si Él lo sacaba de ese estado de enfermedad y de locura en el que estaba sumido, él le ordenaría construir un monumento fúnebre en el lugar en donde hubiera acaecido el homicidio hacía tantísimos años atrás, y entonces, luego luego, el estanciero se curó del mal extraño y raro que lo hubiera venido aquejando hasta entonces y ordenó a las autoridades que devolvieran la Cruz de Gil abajo del algarrobo, en el lugar en donde el Gauchito fuera degollado, y luego luego el hombre donó tres o cuatro hectáreas de su propia estancia en los alrededores del algarrobo donde lo hubieran colgado pa’ construir un oratorio y un mausoleo muy grandes, que jueran destinados pura y exclusivamente para los promeseros y devotos del Gauchito pa’ rendirle el culto…
Los restos del Gauchito siguen depositados en el Cementerio de Mercedes pero el lugar de su asesinato se convirtió en un mausoleo y santuario que es centro de peregrinación de infinidad de devotos, promeseros y fieles, los cuales, llegan, de una forma o de otra, sobre todo en los días previos al 8 de enero de cada año, fecha en la cual se conmemora su asesinato y el cura de Mercedes oficia una misa pa’ pedir por el alma del Gauchito.
Diz que cuando empezaron a asfaltar la ruta los ingenieros decidieron que lo más práctico era trazar una línea recta pa’ acortar el camino, por más que esto implicaba pasar por encima del oratorio del Gauchito Gil y por ello, sería necesario mover de lugar el mismo.
Los operarios dijeron que “no era bueno pasar por encima de tierra sagrada pa’ los correntinos” pero los empresarios del camino ignoraron esta advertencia.
Muchos piones se negaron a cumplir la orden y renunciaron al trabajo. Cuando estaban cerca de la zona en cuestión, las máquinas se negaban a avanzar, ni los operarios ni los jefes, ni los mecánicos podían ponerlas en funcionamiento si la dirección de las mismas era hacia el Santuario. Los operarios empezaron a desertar porque pensaban que todo esto era obra del Gauchito, ¿vio?, porque diz que a los espíritus que les gusta en donde tán no les gusta que naides les ande estropiando la morada, ansina que hacen todo lo posible pa’ que los otros se vayan, sea como sea, juere como juere. Jue así que el Gauchito se salió con la suya, je, je, como había sido dendesiempre, y entonces los ingenieros estos decidieron respetar el recodo en donde taba el Santuario y hacer un desvío en el camino pa’ no demolerlo…
Se respetó así el Oratorio y los ingenieros pidieron perdón y protección pa’ la obra, que estos ingenieros, ¿vio?, diz que tanto que estudian y estudian pa’ hacer los cálculos que a la final se achicaron fiero con el Gauchito, po, tanto que terminaron haciendo lo que Antonio quería, che, como siempre, como todos…
Y jue así, ¡puéh!, que a Antonio nadie pudo sacarlo nunca del Pay Ubre, porque Él era nuestro, ¿me entiende?, Él era nuestro Gaucho y el Gaucho de toditos los correntinos, pero por sobre todas las cosas era el Gaucho del Pay Ubre, y jue Él el que en cierta forma eligió morir como murió y morir en el lugar en el que murió y dendentonces que todos los correntinos lo veneramos, vea, vea y anote, porque diz que es el Santo de los Pobres, por sobre todas las cosas de los que somos más pobres, ¿vio?, de la paisanada, porque pobres, pobres, todos dicen que son y vos después te enterás que tienen la casa, que se compraron el auto, que le hacen la fiesta de los quince a la hija, en fin, eso, che, que es como que quejarse se quejan todos, toditos, en cambio nosotros no, vea, nosotros es una realidad que la tenemos como asumida, que la tenemos como incorporada a nuestra historia de que nacemos, po, porque nosotros somos, lo que algunos políticos y trabajadores sociales diz que somos los “pobres estructurales”, es decir, los que nunca nunca tenemos nada de nada, nacemos así, crecemos así y nos morimos así…
De vez en cuando algún político se acuerda de nosotros y nos da algo, ¿vio?, algo como ropa, útiles escolares, alimentos, todo pa’ pos venir a pedirnos el voto, no crea, que naides le da nada a naides por nada, sobre todo si es un político el que te lo da, el político da favores pa’ recibir favores y todos sabemos que es así, ¿vio?, que pa’ eso son repolíticos…
El Santuario está construido en el cruce de las rutas provinciales 123 y 119, a unos 8 km de la ciudad de Mercedes, poblado de banderas rojas en tacuaras y en mástiles, lleno de personas, automóviles, motos, carros, caballos, ómnibus, puestos de venta, kioscos, bares, baños y duchas pa’ los devotos…
Existen a los costados dos espacios grandes donde acampar, con individuales consistentes en un alero con asador, mesas, bancos, piletas y en la parte central una feria de artesanías y manufacturas de distintos elementos alusivos al gaucho milagrero.
En el centro del mismo hay una réplica del algarrobo en donde el Gauchito juera degollado, repleto de innumerable plaquetas y chapas patente de agradecimiento, a los pies y a la derecha del mismo, hay unas estructuras metálicas especialmente diseñadas pa’ sostener las velas encendidas…
En la parte de adelante del predio, debajo del cartel de ingreso se observa un tinglado abierto donde se disponen varias hileras de bancos de madera; es la capilla principal, a cuyos fondos se levanta una cruz de tamaño mediano, construida con madera de ñandubay, igual a la auténtica Cruz de Gil, ya que la verdadera se la afanó una vez un manosanta de Formosa que la usó pa’ hacer sanaciones y curaciones en su provincia, de que la recuperaron está bajo custodia policial y se exhibe náa más que el 8 de enero que es cuando se conmemora el homicidio del Gauchito…
Por detrás de la réplica de la cruz se extiende un modesto mausoleo con un extenso nicho que ocupa su frente, donde pueden encenderse las velas rojas pa’ acompañar las plegarias. Este es el oratorio principal: allí se piden las gracias ante la Cruz de Gil, se bendicen estampas y otros elementos, se le reza al Santo y también se interpreta casi en forma permanente música de chamamé, ejecutada por los músicos de la zona que saben ir a venerarlo…
En la parte de atrás del terreno, casi a los fondos y completamente separado del tinglado metálico también abierto aunque de mayores dimensiones que el anterior, existe otro tinglado donde se realizan los actos principales en los días festivos y en cuyo interior se levanta sobre un gran altar o mausoleo rojo, una gigantesca estatua del Gauchito Antonio Gil con los brazos bien abiertos, pintada con vivos colores en los que destacan el rojo punzó de la vincha, la faja y el pañuelo.
Esta es una obra del escultor chaqueño Antonio Seiler que está perfectamente ajustada al tipo de gaucho correntino, que no usaba chiripá ni boleadoras que es como aparece en la casi totalidad de las estampitas que se comercializan…
Tanto el frente como las paredes del citado altar o mausoleo tán repletos de plaquetas de agradecimiento y también funciona en el Santuario, un museo en donde los devotos dejan cantidad de donaciones y objetos especiales: camisetas de grandes jugadores de fútbol, vestidos de novias, juguetes, cruces, cartas, etc.

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